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EL CÁNCER Y SUS REPERCUSIONES FÍSICAS, PSICOLÓGICA...

EL CÁNCER Y SUS REPERCUSIONES FÍSICAS, PSICOLÓGICAS, FAMILIARES, SOCIALES Y SEXUALES

“La actitud de combatir una enfermedad es una pequeña cosa que hace una gran diferencia”

El mantener una actitud positiva es muy importante a la hora de hacer frente a cualquier enfermedad.

Gracias a ese positivismo, diversos casos de cáncer han tenido una muy buena recuperación tras un diagnóstico terminal; personas a las que los médicos daban muy pocos meses de vida han podido recuperarse de una forma muy positiva.

No creo que esto sea cosa de milagros, sino que nuestra mente, nuestra actitud sí que puede hacer milagros. Diversas investigaciones así lo demuestran. Como es el caso del médico y neuroendocrinólogo Deepak Chopra, quien ha estado indagando desde hace años hasta qué punto son importantes las actitudes y las emociones en el proceso de curación de cualquier enfermedad. Y es que, como Deepak afirma “una actitud optimista mejora los índices de supervivencia en los pacientes”.

Y no es solo algo que oigamos de países extranjeros, sino que en España también se ha demostrado esta importancia de tener una actitud positiva, optimista. Como es el que caso de la jefa de un hospital de traumatología, quien afirma que “no es una hipótesis, sino que es una evidencia que se traduce en menos estancias hospitalarias o en menos días de recuperación”

 

Testimonio de una mujer cuando los médicos le dijeron que tenía cáncer de mama:

 

“En mi caso fue como si me cayese una losa encima. A pesar de que yo siempre había dicho que me iba a tocar por mis antecedentes familiares (madre y tía materna fallecidas por cáncer de mama). Yo sabía que me iba a tocar, aunque nunca he vivido con miedo. No me sorprendió, pero una noticia así, imagínate… Yo creo que psicológicamente estaba preparada y la verdad es que lo afronté bastante bien. Mi actitud durante todo el proceso fue muy positiva y considero que esa actitud es el 50% de la recuperación de esta enfermedad”

 

Principales Sentimientos y Emociones

Del mismo modo que el cáncer afecta a nuestra salud física, también puede originar una amplia variedad de sentimientos y emociones. Emociones que quizá no estamos acostumbrados a tener y que por lo tanto no sabemos cómo hacerles frente.

Sentimientos como:

  • AGOBIO: Podemos sentir que nuestra vida de descontrola, que se ve interrumpida por visitas a los médicos y por el tratamiento. Sentir que ya no podemos hacer aquellas actividades que antes hacíamos, que nuestra vida en general se sale de la rutina a la que estábamos acostumbrados, que escuchamos términos médicos que desconocemos… Por lo que debemos intentar aclarar nuestras dudas y sobre todo, intentar mantenernos ocupados. Si ya no podemos llevar la misma rutina o continuar con nuestras actividades, hay que crear rutinas nuevas y realizar otras actividades que nos puedan ayudar a mantenernos distraídos y a relajarnos.
  • ENFADO: Ante un cáncer nos solemos preguntar: “y, ¿por qué a mi?” y sentirnos enfadados y con ira. Estamos enfadados con los médicos, con nuestra familia e incluso, con nosotros mismos. Al mismo tiempo, este enfado se puede traducir en miedo, frustración, ansiedad o impotencia. Si nos sentimos así, no hay que intentar ocultar ese enfado, hay que hablar con nuestros familiares y pedir consejo a nuestro médico o psicólogo/a.
  • TEMOR Y PREOCUPACIÓN: sobre todo a sentir dolor, a no poder estar pendientes de nuestras familias, a tener más gastos económicos, a perder nuestro trabajo… Para aliviar estos sentimientos, sobre todo, es necesario que estemos bien informados acerca de cómo va a funcionar el tratamiento y qué consecuencias tendrá. Es mejor conocer la realidad para poder hacer frente a ella.
  • ESPERANZA: Es el mejor sentimiento que podemos tener ante un diagnóstico de cáncer. Nos va a ayuda a llevar el tratamiento mucho mejor y a tener más posibilidades de “ganar la batalla”.
  • ESTRÉS Y ANSIEDAD: Es normal tener estrés debido a todos los cambios que experimentamos y pueden aparecer síntomas como: dolores de cabeza o musculares, palpitaciones y taquicardias, pérdida o aumento del apetito, temblores, insomnio, falta de concentración o pensamientos intrusivos.
  • TRISTEZA Y DEPRESIÓN: Sentimientos de tristeza que no desaparecen, sentimientos de culpa, irritabilidad, ganas de llorar, falta de interés por actividades que antes solíamos disfrutar…

 

Ante todos estos sentimientos OS ACONSEJO QUE:

  1. Expresemos nuestros sentimientos.
  2. Mantengamos una actitud optimista.
  3. No culparnos por nuestro cáncer.
  4. Nosotros elegimos cuando hablar acerca de nuestra enfermedad.
  5. Busquemos actividades que nos ayuden a relajarnos
  6. Estemos lo más activos que podamos.
  7. Busquemos aquellas cosas que nos hacen disfrutar.

Imagen propia y Sexualidad

Todos tenemos nuestra propia imagen y estamos acostumbrados a vernos así. El cáncer y su tratamiento pueden cambiar la forma de cómo nos vemos y de cómo nos sentimos.

Se producen cambios en nuestro cuerpo durante y después del tratamiento; cambios como:

  • Pérdida del cabello o cambios en la piel.
  • Cicatrices.
  • Cambios en el peso.
  • Pérdida de la fertilidad.

Y también nuestra Sexualidad puede sufrir algunos cambios, ya que el tratamiento puede llevar a problemáticas sexuales como la “falta del deseo sexual”. Si es así, hay que recordar que tras el tratamiento nuestro cuerpo vuelve a estabilizarse. Mientras, hay otras formas de demostrarnos cariño y, en esta fase, es cuando más cariño necesitamos. Un beso, una caricia o un abrazo pueden ser mucho más importantes en esta etapa que las relaciones sexuales.

 

Los principales problemas sexuales se deben principalmente a:

El cambio en nuestro cuerpo, en nuestra imagen.
El dolor, la falta de interés, la depresión o los medicamentos pueden afectar al deseo sexual.
Algunos tratamientos para el cáncer cusan cambios en los órganos sexuales. Algunos hombres pueden tener problemas de erección tras un cáncer de próstata, de pene o de testículos y algunos tratamientos pueden debilitar el orgasmo. Y, algunas mujeres pueden sufrir dolores, sequedad o falta de deseo sexual.
Síntomas relacionados con la menopausia, como sofocos, sequedad o rigidez vaginal, problemas para dormir y ansiedad.

Ante estos casos, la comunicación con nuestras parejas es muy importante. Hay que decirle cómo nos sentimos, encontrar formas para tener intimidad y seguir teniendo momentos en los que solo estemos los dos.

Relaciones Familiares y Sociales

Las relaciones familiares y de amistad también se pueden ver afectadas, sobre todo por los sentimientos y emociones que hemos nombrado anteriormente y por los cambios físicos y sexuales.

Con el tratamiento ya no tenemos la misma energía que antes para salir con la familia y con los amigos.

“En mi caso, yo he llevado una vida más o menos normal, no he dejado de hacer nada. De hecho, en plena quimio, yo me levantaba por las mañanas, me colocaba mi peluca, me maquillaba y me iba a llevar a los niños al colegio o me iba a Murcia de compras. No he dejado de hacer nada que yo hiciera antes. Tampoco evito hablar delante de mis hijos o de mi familia y amigos del cáncer, ya que considero que ellos también deben de saberlo, tienen que ser conscientes de lo que está pasando” (Luchadora de cáncer de mama).

 

Eso es lo más importante de todo, aceptar la enfermedad y lo que ella conlleva con total normalidad y con optimismo. Hay que ser comunicativos y que nuestros familiares y amigos tomen consciencia de lo que está sucediendo y también sepan verlo con normalidad y mostrar su apoyo y cariño y sobre todo mantenernos activos, continuar realizando todas aquellas actividades que nos aportan momentos placenteros y relajantes.


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